El proyecto Ángel ayuda a ser madres a quince mujeres vulnerables de Sevilla tentadas a abortar

FUENTE : ABC SEVILLA

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Quince nuevas vidas han nacido en los dos últimos años del vientre de quince mujeres gracias al acompañamiento material, psicológico y, sobre todo, espiritual en la fe cristiana, que regalan los voluntarios del Proyecto Ángel, cuyo firme propósito es la defensa de la vida y desterrar la tentación de abortar ante embarazos imprevistos o serias dificultades económicas y sociales de afrontar el nacimiento de un bebé, acogiendo y acompañando en todo momento a estas mujeres vulnerables.

Más de una veintena de voluntarios conforman el Proyecto Ángel, perteneciente a la Delegación de Familia y Vida de la Archidiócesis y que se puso en marcha en 2018.

Cinco años antes llegó a Sevilla el Proyecto Raquel a Sevilla, un acompañamiento a personas con síndrome post aborto, «para que se reencuentren con la misericordia de Dios, para sanar y restaurar los corazones», cuenta a ABC Chelo Núñez, una de las coordinadoras del Proyecto Ángel, junto a su marido Juan Muñoz. «Cuando se produce un aborto son dos vidas las que se pierden» y ahí está el sentido del proyecto Ángel.

En Sevilla hay organizaciones en defensa de la vida, pero eran aconfesionales y se limitaban a una atención material. Con este proyecto, se ofrece acogida y acompañamiento a la persona en todas sus dimensiones. «Es la respuesta evangélica de la Iglesia, preocupada por tanto ataques a la vida y la dignidad humana».

Los voluntarios no sólo ofrecen una atención inicial a estas mujeres cuando tienen que afrontar una nueva realidad, sino que le facilitan los recursos necesarios para continuar con su embarazo: «Somos un acompañamiento espiritual».

En el aún corto recorrido de este proyecto, que fue alumbrado hace dos años, han sido quince las mujeres que han dado a luz. Llegan al proyecto Ángel a través de laicos comprometidos con la Iglesia, conocedores de la situación personal de cada mujer y ante el riesgo de aborto. En el caso de algunas menores que se han puesto en manos de estos «ángeles», han sido las profesoras de religión quienes han pedido su auxilio.

Sin un perfil definido

Lejos de pensar que existe un perfil para las mujeres en situación de vulnerabilidad material y espiritual que acuden a este proyecto, los voluntarios han atendido a adolescentes pero también a mujeres de avanzada edad, que querían anteponer su carrera profesional a su maternidad o carecían de los recursos económicos necesarios. Mujeres de distintas etnias y religiones. Mujeres que ansiaban ser madre, pero los avances en la medicina le han mostrado un hijo «diferente» al esperado.

En este acompañamiento no falta el factor espiritual. Chelo Núñez cuenta cómo le hacen sentir a estas mujeres que Dios está con ellas. Aquí radica la ayuda intangible a estas madres en su proyecto de vida. La ayuda material se traduce en un centro de acogida, enseres para la canastilla del bebé, leche, pañales, comida...

Y todo ello sin subvenciones, ni cuentas para donativos, ni asignación alguna, sólo usan los recursos de la Iglesia en Sevilla como el Hogar Belén para mujeres embarazadas en riesgo de exclusión social, Caritas y las hermandades.

En la actualidad, son ocho las hermandades adheridas a la defensa de la vida: La Paz, El Cachorro, El Silencio, San Esteban, Buen Fin, Sagrada Mortaja, Nuestra Señora de la Luz y el Rocío de la Macarena.

Frente al coronavirus

Una joven de 14 años, de una familia sin recursos económicos, se quedó embarazada y su catequista avisó, consciente de la «barbaridad» que se estaba barajando. Ella estaba «asustada». El pasado 24 de diciembre, no podía ser otra fecha, se puso de parto. La felicidad para los voluntarios era doble contemplando a las dos niñas (madre e hija). Ésta es sólo una experiencia de las quince que han vivido estos voluntarios, «ángeles de vida».

La situación vivida en este país por el coronavirus y el estado de alarma decretado por el Gobierno que llevó a los españoles a vivir confinados no ha frenado la asistencia material y espiritual de la veintena de voluntarios del Proyecto Ángel al grupo de madres a las que acompañan. Las videollamadas han tenido su protagonismo en este tiempo.

Pero también Protección Civil. Ante la imposibilidad de poder salir de casa y desplazarse para seguir prestando la ayuda necesaria a estas mujeres, el Proyecto Ángel ha tenido que contar con la colaboración de los voluntarios de Protección Civil para acercar todo lo materialmente requerido por estas madres. Alimentos, pañales, leche para los niños, etc.

Actualmente, el Proyecto Ángel atiende a ocho mujeres, dos de ellas embarazadas y seis que han dado a luz recientemente.

Chelo Núñez y su marido, junto al cirio fundido en defensa de la vida que portaba el palio de San Esteban

Chelo Núñez y su marido, junto al cirio fundido en defensa de la vida que portaba el palio de San Esteban - ABC

El papel de cada voluntario

«El rescatador»

Encargado de la primera intervención con la mujer en situación de vulnerabilidad para hacerle saber que ya no estará sola. Ella siente que su mundo está «patas arriba» por el embarazo. El objetivo es ayudarle a descubrir que un hijo es «una bendición de Dios».

«El ángel»

Tiene un contacto diario con la futura madre, acompañándola en todo lo que necesite. En este etapa, la oración es un elemento especial.

«El facilitador»

Es la persona encargada de atender las necesidades materiales de la madre y el bebé, en la medida de las posibilidades y recursos con los que cuenta el proyecto Ángel.