Cincuenta mil polacos participaron en Varsovia en la Marcha Nacional por la Vida

(Opoka/InfoCatólica) La Marcha Nacional por la Vida, que se llevó a cabo en Varsovia bajo el lema «¡Viva Polonia!», fue patrocinado por la Conferencia Episcopal de Polonia y contó con la participación de miles de personas de todo el país, incluyendo familias completas y personas con discapacidades. El evento se centró en la defensa de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural y se complementó con actividades como misas en catedrales importantes y la campaña «Pañal para el pequeño» para ofrecer apoyo concreto a madres y niños necesitados.

Durante la marcha, se llevaron a cabo diversas manifestaciones de apoyo a la vida, incluyendo el testimonio de una madre de siete hijos, cuyo latido del corazón de su bebé no nacido fue escuchado por los asistentes, simbolizando la vida desde sus primeras etapas. Oradores significativos, como Marek Jurek, ex presidente del Sejm (Parlamento polaco), y Mariola Sienkiewicz, una matrona, se dirigieron a los participantes. Jurek criticó la interpretación del aborto como una forma de libertad, calificándolo como una ideología de discriminación y exclusión, y apeló a la protección de la vida como un derecho fundamental que debería ser defendido incluso en foros europeos.

Marek Jurek comentó específicamente la situación en Francia, asegurando que lo que se ha legalizado en Francia no era la libertad, sino el asesinato y advirtendo del peligro de que las legislaciones permisivas sobre el aborto en otros países pueden influir negativamente en las normativas y percepciones en Polonia y más allá. Jurek apeló a los líderes políticos y al presidente polaco para que actuaran activamente en la protección de la vida, no solo a nivel nacional sino también en foros internacionales, reafirmando el compromiso de Polonia con los valores pro-vida.

El evento también sirvió como plataforma para rendir homenaje a figuras históricas como Stanisława Leszczyńska, una matrona que desafió las órdenes de aborto en el campo de exterminio de Auschwitz, y se pidió su beatificación. Los organizadores del evento, la Fundación San Benito y la Coalición por la Vida y la Familia, hicieron un llamamiento a la unidad y a la acción en futuros debates sobre la protección de la vida, el matrimonio y la familia, sugiriendo incluso la posibilidad de un referéndum sobre estos temas.

Además, el evento contó con la participación activa de personas que viajaron desde ciudades como Gdańsk y Cracovia, demostrando el amplio apoyo popular a la causa pro-vida. El arzobispo Tadeusz Wojda destacó que la marcha era una manifestación de respeto hacia la vida concebida y un reconocimiento al esfuerzo de la paternidad.

En resumen, la Marcha Nacional por la Vida no solo fue un acto de afirmación de los valores pro-vida, sino también un momento de comunidad y solidaridad entre los participantes, quienes se reunieron para reafirmar su compromiso con la defensa de la vida en todas sus etapas.

Manifiesto de la Marcha Nacional por la Vida 2024 en Varsovia

Como polacos responsables del futuro de la Patria y de los derechos de cada persona que vive bajo la soberanía de la República de Polonia, nosotros, los participantes de la Marcha Nacional por la Vida, exigimos el cese inmediato de las acciones subversivas del actual gobierno y de la mayoría parlamentaria gubernamental contra el derecho innato a la vida, confirmado en la Constitución de la República de Polonia. Recordamos que el fundamento de los derechos protegidos por la República es «la dignidad innata, inalienable e inviolable del ser humano». No proviene del estado ni de la nación, pero su protección es testimonio de la autoridad y dignidad del estado y la nación.

También recordamos que - como lo confirma el Tribunal Constitucional en su fallo del 28 de mayo de 1997 - «la vida en un estado democrático de derecho debe estar protegida constitucionalmente en cada etapa de su desarrollo». Negar esta verdad está dirigido tanto contra los derechos de la persona como contra la autoridad y el orden de la República de Polonia.

Expresamos nuestro reconocimiento y apoyo a los diputados que defendieron el derecho a la vida. También los instamos a que no se limiten a expresar opiniones en respuesta a las acciones subversivas de las autoridades, sino que lleven a cabo un trabajo sistemático en favor de la civilización de la vida, respondiendo a todos los imperativos invocados y recordados por la opinión pública que apoya la civilización de la vida.

Expresando nuestra indignación por la votación de algunos líderes de la oposición a favor de proceder en el Sejm con disposiciones anticonstitucionales dirigidas contra el derecho a la vida, instamos a la oposición a defender de manera inequívoca esas normas constitucionales y a recordar su carácter constitucional.

Instamos a que se envíe de inmediato al Tribunal Constitucional una solicitud para revisar la conformidad con la Constitución de la República de Polonia de la convención de género de Estambul. Expresamos nuestra decidida desaprobación por la omisión de esta obligación hasta ahora.

Apelamos a los futuros diputados al Parlamento Europeo para que trabajen en la construcción de una fuerte opinión europea que apoye la civilización de la vida. Estas acciones no deberían limitarse solo a protestas, sino que deben combinarse con constantes recordatorios de la inviolabilidad del derecho a la vida y los derechos de la familia, los primeros entre los derechos naturales humanos.

¡Pedimos a Dios apoyo para nuestra Patria y para todos los que defienden sus derechos! ¡Polonia aún no ha perecido!