1. CADA VIDA CUENTA. Tú, yo y cada ser humano que viene al mundo fue pensado por el amor de Dios. También las personas no religiosas son capaces de percibir algo infinitamente valioso en cada ser humano.
2. NO ES UNA CUESTIÓN RELIGIOSA. Todos hemos sido embriones: creyentes o no creyentes; abortistas o provida. Todos reconocemos que nuestra existencia es valiosa, y que no estaríamos aquí si hubiéramos sido abortados.