Proyecto Raquel

Presentación de la Asociación Spei Mater en Valencia

El Foro de Laicos del Arzobispado de Valencia clausuró sus jornadas formativas sobre ‘Laicado y misericordia’, con la presentación de la Asociación ‘Spei Mater’, de ayuda a mujeres en situaciones de embarazos no deseados y con tentación de aborto.
La presidenta nacional de ‘Spei Mater’, María José Mansilla, fue la encargada de presentar esta asociación pública de fieles, de la que destacó que “no es una ONG porque no tiene solo finalidad asistencial”, sino también “existencial”, pues su función principal es “promover la defensa de la vida y anunciar a Cristo, como camino, verdad y vida”.

En este sentido, Juan Andrés Talens, presidente de la Comisión de Familia y Vida del Arzobispado de Valencia, indicó que “se está intentando normalizar el aborto, pero la Iglesia ha de trabajar para evitarlo, y aprovecharlo como ocasión para evangelizar”.

Sanar y acoger
Mansilla explicó que desde Spei Mater además de “sanar” se busca “integrar en las parroquias a las víctimas de la cultura de la muerte”, porque “necesitan una comunidad que les acoja y les enseñe”. Y subrayó que la entidad atiende a quienes tienen un embarazo no deseado o un aborto, pero también a los adictos a la pornografía, a víctimas de abusos, etc.

Toda esta labor la está llevando a cabo ‘Spei Mater’ en las treinta diócesis en las que ya está implantada, a través de los proyectos ‘Ángel’, ‘Raquel‘ y ‘Parroquias por la vida’.

En el proyecto ‘Ángel’ se atiende a mujeres con un embarazo problemático por cualquier motivo, como económicos o de enfermedad. En red con otras instituciones de la Iglesia (Cáritas o congregaciones religiosa) se ofrece atención integral, y “se acompaña en el embarazo, pero también en la fe”, indicó.
El proyecto ‘Raquel’ atiende a las personas que ya han pasado por un aborto y busca sanar las heridas psicológicas y espirituales que éste provoca. Las mujeres, que se sienten “víctimas, engañadas y culpables, no se perdonan, por lo que entran en una espiral de destrucción”, señaló Mansilla.
Como destacó el Padre Jesús Chavarría, director espiritual de Spei Mater, “en el aborto se pierden dos vidas, pero una de ellas, la de la madre, la podemos recuperar”, y eso es lo que persigue el proyecto Raquel.

La atención se extiende también a padres, abuelos, otros hijos del matrimonio e, incluso, a personas que han sobrevivido a un aborto y al personal sanitario. “Tras un aborto toda la familia cambia”, pero “la misericordia del proyecto Raquel es expansiva porque si sanamos el corazón de la madre, sanamos también el de la familia y, después, el de la sociedad entera”, subrayó Mansilla.

En el proyecto ‘Raquel’, que se desarrolla en unas diez sesiones a lo largo de tres meses, se ofrece atención psicológica y espiritual de manera personalizada por un sacerdote, un consejero y un psiquiatra.

Parroquias por la vida

Spei Mater ofrece también la posibilidad de crear grupos por la vida en las parroquias. Para ello facilita el material de formación necesario, como un manual que puede ser utilizado para catequesis de Confirmación, en el que se trata de la ‘Humanae vitae’ de forma muy didáctica.
También ofrece a parroquias y colegios ‘una semana por la vida’ con una exposición sobre el aborto y la vida, así como charlas adaptadas a los oyentes, desde niños hasta los más mayores de Vida Ascendente. Y no falta un curso ‘on line’, muy sencillo, en el que se ofrece una visión general de todos los temas concernientes a la vida como dignidad, anticoncepción, eutanasia o ideología de género. 

Tras la presentación de Mª José Mansilla, Roger Viché, representante de ‘Spei Mater’ en la diócesis, pidió voluntarios a los distintos movimientos del Foro de Laicos para iniciar su formación con el fin de poner en marcha las ‘Parroquias por la vida’. Y adelantó que los días 10 y 11 de junio se llevará a cabo una jornada de capacitación con todos los voluntarios.

Más información: www.speimater.com / Comisión de Familia y  Defensa de la Vida 96.315.58.95

Mª José Mansilla en Valencia: Estremece ver cómo vuelven a la vida

María José Mansilla es la fundadora y actual presidenta de ‘Spei Mater’ en España. Después de varios años dedicada a esta iniciativa y muchos más perteneciendo a otras asociaciones y movimientos provida, tiene una dilatada experiencia en la atención a mujeres con embarazos problemáticos o que han abortado.

¿Qué le ha aportado a usted personalmente esta dedicación a la defensa de la vida?

– Es una vocación y un don muy grande. Frente a todo el pesimismo que nos trae el aborto y la cultura de la muerte, veo cómo Dios actúa en la vida de estas personas, la cambia y cambia a las personas. Y eso es, sencillamente, ver a Dios actuar, palparle con las manos y, personalmente, es una experiencia de fe increíble.

¿Recuerda algún caso que le haya llegado especialmente?

– He visto conversiones impresionantes. Me estremece ver venir a las mujeres con la vida destrozada, tristes, llorando, angustiadas… y cómo, pasado un tiempo, se transforman y vuelven a la vida. Hubo una chica que llegó a decirme: “De todo esto tan horrible, ha salido lo mas bonito de todo, que he vuelto a la casa del Padre;?y de todo este sufrimiento ha salido una gran felicidad. Ahora puedo decir que soy feliz de tener a Dios en mi vida y que la herida que tenía ha sanado”. Esto me llena.

¿Cómo surgió la idea de crear ‘Spei Mater’?

– Nuestra experiencia de trabajar en distintas asociaciones provida nos hizo ver la necesidad de que esta labor se hiciera desde la Iglesia y como Iglesia. Además, necesitábamos poder manifestarnos y actuar como lo que somos, católicos, y no como aconfesionales. Porque el tema de la vida no es solo una batalla social o humanitaria, sino que es también una batalla espiritual.

¿Qué resultados está obteniendo?

– Estamos ya en treinta diócesis, y en las ciudades más grandes hemos tenido que capacitar a más consejeros porque no teníamos suficientes con los iniciales. Es un proceso paulatino, en el que vamos extendiéndonos poco a poco, según se nos va conociendo. Sobre todo, el Proyecto Raquel, que es muy novedoso, está siendo muy bien acogido porque responde a una necesidad que había en las personas que han sufrido un aborto provocado. Después se ven solas y no hay nadie que les dé una respuesta. La única que puede hacerlo es la Iglesia, que tiende la mano de la misericordia.

¿Existe un perfil de las personas que acuden a ustedes?

– No, no hay perfil. Hay personas con 14 años y otras con 80; de un nivel cultural alto y de nivel cultural bajo; de nivel social alto e inmigrantes… Desgraciadamente, el aborto llega a todas las capas sociales. Igualmente, atendemos a gente sin fe y a católicos que pertenecen a movimientos. Además, la motivación también es distinta. Acuden personas con dificultades económica, pero también por un tema de aborto eugenésico porque le han detectado algún problema; o jóvenes que no quiere ‘arruinarse’ la vida. El perfil es muy variado.

El aborto y el papel del hombre

El gran filósofo Julián Marías lo supo expresar con precisión de cirujano: "El mayor drama social del siglo XX es la aceptación social del aborto".

Cierto. Es la madre de todas las batallas para que el hombre siga siendo hombre. La piedra de toque que nos obliga a definir nuestros valores esenciales. Aceptado el aborto, desaparecen las barreras morales.

Es, en su esencia, una batalla espiritual entre el Bien y el Mal. Este bando es dirigido por el Príncipe de las Mentiras. Y la estrategia diabólica ha elegido un foco y un instrumento.

El foco son las mujeres. Todo el mensaje proabortista está dirigido a ellas. El hombre no existe. Pareciera como si el embrión naciera de un óvulo autofecundado...

El instrumento es el inherente al Príncipe: la falsedad. Usada magistralmente en el uso del lenguaje. Cambia este y mutarán las ideas. El lenguaje esculpe nuestro cerebro. Un ejemplo lo muestra. La frase clave de la ideología proaborto: "Nosotras parimos, nosotras decidimos". Una bomba atómica que transforma un asesinato en un derecho. Manifestación suprema de ingeniería social para establecer nuevos paradigmas de conducta. La frase que, por si sola, avala el pensamiento citado de Julián Marías.

¿Dónde queda el hombre ?. Las raras veces que aparece lo hace como inductor o consentidor. Pero existe un bloque gigantesco, invisible a la opinión pública. El bloque que jamás se cita. El de la víctimas silenciosas que acompañan al feto en esta categoría.

Son aquellos a los que se les negó su derecho a ser padres. Aquellos que solo tuvieron noticia del aborto una vez realizado. Hombres que sufren también el Síndrome del Post Aborto en su raíz vital. Hombres que gritan y lloran por no haber podido gozar de SU bebé.

Transcribo el párrafo final de una carta dramática. La dirige una abortista arrepentida al padre víctima silenciosa. Léela despacio, dejándote empapar tu corazón:

"Tal vez te haya privado de una de las mayores alegrías de tu vida, tal y como me he hecho a mí misma. Y no hay palabras para describir lo cruel y egoísta que fui por tomar esa decisión sin ti... no hay palabras para expresar una disculpa con la mayor sinceridad. Por favor, perdóname."

 Tengo un sueño. Que el siglo XXI sea el del rechazo social al aborto. Y espero que se realice, principalmente, a través de los hombres. Que tomemos la defensa de la vida como bandera y seamos intransigentes con nuestra paternidad. No hay tarea mas grande y crucial aquí y ahora. Nos jugamos la batalla final de la Humanidad.

 Le pido a Dios que me permita ver realizado mi sueño. Y hoy te invito a ti a hacer lo mismo. Ante este reto gigantesco, creamos en la parábola del grano de mostaza y en la fuerza infinita de la oración. AMÉN.

El aborto no es salida, sino entrada a un camino lleno de sufrimiento

Me animé a redactar este testimonio gracias a que encontré por fin el inicio de la paz y el perdón que tanto andaba buscando desde que, hace un año, opté por la decisión “más fácil”, “más cómoda”, la que “dañaría a menos personas”, y la que al mismo tiempo terminó dañando a la persona que más amé hasta el momento: mi propio hijo.
 
Hace un año mi novio y yo, que llevamos juntos 7 años, descubrimos que estábamos esperando un hijo. Esto pasó cuando yo no podía seguir tomando anticonceptivos por motivos de salud. Fue una noticia que me dejó sin aliento. Sentí que perdía el juicio, y no era porque era una adolescente de 15 o 20 años, ya tenía 26 y una carrera profesional concluida, al igual que él. Simplemente sentí que no podría con la responsabilidad, que no estaba preparada, que no podría darle todo lo que pensé darle a mi primer hijo. Ahora puedo resumirlo en puro egoísmo.
 
Una de las cosas que más me reprocho es que mi novio había aceptado con alegría la noticia y, al ver mi negativa, me propuso que lo tuviese y que después me olvidara de él, que él lo criaría. A eso yo le respondí: “si tengo este hijo, me perderás a mí, porque no lo voy a soportar. O me ayudas, o lo hago sola”. Y así, en cuestión de horas, terminó aceptando.
 
Buscar a alguien dispuesto a “ayudarme” no fue difícil. Yo me mostraba muy decidida, aunque en el fondo el miedo me dominaba, y aunque no quería aceptarlo, yo ya lo estaba amando así de chiquito, casi imperceptible como lo vimos en la ecografía. En fin, llegó el día y muy segura fui a la clínica y en cuestión de minutos acabaron no sólo con mi hijo, sino con una parte de mí.
 
Hoy puedo decirles que el dolor físico no es siquiera comparable con el dolor que sentía en el alma. En el instante que salí un terrible arrepentimiento me invadió porque se me abrieron los ojos: ¡había matado a mi propio hijo! Eso fue peor que arrancarme una pierna o un brazo.
Mi novio también experimentó el mismo arrepentimiento y desde entonces solo buscamos formas de evadir el dolor. Nos sumergimos en el trabajo, en la rutina, en las cosas materiales, pero nada hacía que el dolor realmente pasara o mejorara y que volviéramos a sentirnos en paz. No había un solo día que no me sintiera arrepentida, que no llorara. Le pedí perdón a Dios muchas veces, empecé a leer la Biblia en busca de respuestas, iba a Misa, pero no me animaba a confesarme porque pensaba que no me perdonarían.
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El Proyecto Raquel avanza en Cataluña, ya son cinco diócesis

Desde Proyecto Raquel de Barcelona nos comunican cómo han empezado el 2º curso de capacitación para Proyecto Raquel:
 
Los pasados días 16 y 17 de enero se celebró en los locales de la parroquia de Ntra. Sra. del Remei de Barcelona el comienzo del 2º Curso de Capacitación del Proyecto Raquel.
La finalidad del Proyecto Raquel es ofrecer a las personas implicadas en un aborto provocado una atención individualizada a través de una red diocesana de sacerdotes, consejeros, y psicólogos y psiquiatras. Esta atención individualizada supone acompañarlas en un proceso psicológico y espiritual de sanación y reconciliación.
El Curso de Capacitación del Proyecto Raquel que tiene como objetivo "conocer y entender cuál es la herida y el dolor psicológico y espiritual" por el que pasan aquellas personas que han sufrido un aborto provocado y aprender a "colaborar en su curación, cada uno desde su papel diferente y específico, acercando a la persona a la misericordia de Dios y a la reconciliación".
Asistieron 67 personas entre las cuales había sacerdotes, psicólogos y personas que quieren colaborar como consejeros.
Las charlas de iniciación las realizaron los directores de Spei Mater, sociedad pública de fieles quecomenzó en España el desarrollo del Proyecto Raquel, María José Mansilla, presidenta y el P. Jesús Chavarría, director espiritual.
Aprovechando la celebración del curso, personas de cinco diócesis catalanas se han unido al mismo: las diócesis de Terrassa y Barcelona, donde el Proyecto Raquel ya existe, y las diócesis de Sant Feliu, Solsona y Vic, en las cuales el Sr. Obispo ha aprobado su implantación.
Para completar la formación de las personas que desean incorporarse como consejeros  al Proyecto Raquel, el curso se irá completando,  en reuniones en cada una de sus diócesis, a lo largo de los próximos meses.
Proyecto Raquel Barcelona
Tel: 603462038

Gloria Castro, violada por un familiar a los 12 años y obligada a abortar, intentó suicidarse 4 veces

“Perdoné a la persona que me violó. Se puede. He estado toda la vida luchando por tratar de perdonarme a mí misma… No tenemos derecho a privar, a quitar la vida a un ser inocente…. Yo lo digo ahora: esto me entristece, pero no estoy deprimida. Yo soy feliz. Yo tengo el gozo del Señor en mi corazón”

 (Camino católico) Gloria Castro fue violada por un familiar a los 12 años. Quedó embarazada y fue obligada a abortar por sus padres. Hoy, más de 40 años después, cuenta su testimonio y reconoce que el trauma del abuso puede ser superado pero el del “aborto marca toda la vida”.

Recordemos a Magaly Llaguno

Hace un año y mes y medio, la familia de HLI perdió a nuestra amiga y heroína provida Magaly Llaguno. Magaly murió en paz luego de una larga batalla contra el cáncer. Debido a que la extrañamos mucho y a que todavía tiene mucho que enseñarnos, quisiera reflexionar acerca de su continuo impacto en el movimiento provida. En ello, Magaly comparte tantas cualidades con su amigo, el fundador de HLI, el Padre Paul Marx, como han expresado tantas personas en la sección de tributos que se encuentra en la página de VHI
 
Magaly LlagunoDe manera que, por medio de los siguientes fragmentos de sus amigos y colegas, recibamos una vez más la inspiración que su persona y su labor nos han dado, para redoblar nuestros esfuerzos para continuar defendiendo la vida humana y la familia.
 
Fe, esperanza y amor
 
“Su ‘sí’ a Dios salvó miles de vidas y unió a muchos líderes provida. Luchó por la verdad y la vida hasta el final, no dejó nada sobre el tapete… Haremos bien en aprender de esta testigo tan valiente y tan fiel”. – Patricia Bainbridge, Presidente de la Junta Directiva de HLI.
 
“Magaly fue una incansable defensora de la vida, que logró apasionar a cientos de corazones con la gracia del Espíritu Santo, a quienes incentivó a trabajar en este maravilloso apostolado. Magaly vive en nuestros corazones a través del Cuerpo Místico de Cristo”. – Jorge Serrano, ex Presidente de la Fundación Cultura de la Vida (VHI-México) y Lourdes Delgado, Directora de la Red Latinoamericana de Centros de Ayuda a la Mujer.
“El gozo, el vigor y la determinación de luchar contra las fuerzas antivida, así como una tremenda fe, fueron las cualidades que siempre caracterizaron lo que Magaly hizo y dijo. A medida que continúo con mi labor, escucharé su voz dentro de mí por muchos años venideros”. – Padre Frank Pavone, Director Nacional de Priests for Life (“Sacerdotes Provida”, EEUU).
 
Santa persistencia
 
“Magaly sabía que cada éxito, cada logro era solamente de Dios y para Su gloria, no la de ella. Su urgente diligencia – la cual siempre he admirado y todavía me esfuerzo por emular – surgió de la comprensión de que cada momento de nuestras vidas pertenece a Dios y de que sólo lo podemos amar en el momento presente. Ese amor se manifiesta pasando horas diariamente con Él en la oración y haciendo Su voluntad en cada momento, con toda la energía y el empeño que tengamos”. – Susan E. Wills, Directora Auxiliar de Educación y Misión del Secretariado para las Actividades Provida de la Conferencia de Obispos Católicos de EEUU.
 
“Expresamos nuestras condolencias y nos unimos a los movimientos provida del mundo en ocasión del fallecimiento de la incansable y tenaz luchadora de la causa de la vida, nuestra hermana, Magaly Llaguno. Ella fue una pionera en la defensa de la dignidad humana en tiempos difíciles… Apoyó nuestra labor y, siendo receptiva y generosa, hizo suyas nuestras preocupaciones”. – Dra. María Freira, Presidente, Asociación Esperanza Uruguay (VHI-Uruguay).
 
Sin temor
 
“Era absolutamente indomable en su defensa de los más débiles y vulnerables entre nosotros. Una voz valiente ha sido silenciada, pero contamos con sus oraciones. ¡Provida!” – Padre Joe Fishwick, Arquidiócesis de Miami.

Todo empieza con una llamada al teléfono del Proyecto Raquel

Sanar la herida del aborto es posible gracias al trabajo que realiza Spei Mater una asociación de la Iglesia católica que además, asiste a madres con embarazos difíciles y ofrece formación para la pastoral provida de las parroquias 

Todo empieza con una llamada al teléfono del Proyecto Raquel al 618 300 383 responde Mayte Acero, quien garantiza una confidencialidad casi sacerdotal. Llaman mujeres que están a punto de abortar, amigas que han aconsejado a otras y hombres que no pueden vivir con la pérdida de un hijo que, o bien ellos forzaron a abortar, o bien no nació porque les dejaron fuera de la decisión (en los últimos meses, las llamadas de hombres han pasado de representar un 10 a un 25% de los de casos que atiende Spei Mater).

Una vez hecha la llamada, hay que derivar a esa persona a un consejero y debe hacerse muy rápido para que sienta que ha encontrado por fin un brazo al que agarrarse, señala Acero. A partir de ese momento comienza en el Centro de Orientación Familiar (COF) que le corresponda, el proceso de sanación del síndrome post aborto (SPA). Josefina Sisniega, coordinadora del Proyecto Raquel, hace hincapié en que las heridas que deja un aborto, son sobre todo, espirituales. Muchas mujeres creen que sus hijos no las van a perdonar, y ante este sentimiento crean un mecanismo de defensa, pero, con el tiempo, la herida supura. Aquí vienen jóvenes y señoras de hasta 80 años; mujeres que se han sometido a uno, dos, tres, incluso cuatro abortos, por eso, el tiempo de cura del SPA varía de unas a otras, apunta Sisniega.

Con todo, la media del proceso sanador dura unas 15 semanas. Pasar de eso que ocurrió a personalizar a un bebé con un sexo y un nombre es el primer paso para la sanación. “Se enfrentan a la verdad –afirma Mansilla–, y se dan cuenta de que mentía quien les dijo que ‘no pasaba nada’. Por eso, sienten mucha ira. Además, se sienten víctimas de una sociedad que las incitó a abortar y una vez sanadas, desaparecen sus problemas depresivos, de alimentación y sueños”, concluye. “En este proceso – añade Sisniega– entran en juego no solo consejeros, sino que Proyecto Raquel es una red que incluye psicólogos y sacerdotes, estos últimos encargados de que la persona sienta el perdón de Dios y se perdone a sí misma. Afirma Mayte Acero que en este proceso "tranquiliza a muchas mujeres saber que su hijo está ubicado, aunque sea en un Cielo en el que no creen; saben que está ahí y en la fase de duelo se celebra una misa funeral"

Luz Marina: nuestra comodidad más importante que la vida de nuestro tercer hijo

Es más fácil aceptar la voluntad de Dios que aceptar tu propio crimen...

Desde un principio supe de alguna manera que en Dios  era mi única esperanza pero cómo podía volver a Él después de lo que había hecho Dios es maravilloso y puso en mi camino un sacerdote que me recordó el Dios misericordioso de que yo me había alejado y me había olvidado[...]
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