La Archidiócesis de Granada ha puesto en marcha en la provincia el Proyecto Raquel que llevará a 33 personas, que han sido formadas durante el curso 2015-2016, a distintos municipios de la provincia para asesorar a mujeres que han abortado y tratar de “sanar esa herida que tienen interior”.
Así lo ha explicado en declaraciones a Europa Press el consiliario de la delegación diocesana de Pastoral Familiar de Granada, Antonio Luis Martín, que ha incidido en que este proceso de acompañamiento en la restauración de una herida interior no pasará por un trabajo psicológico ni de amistad sino que estará enfocado a la “capacidad para encajar ese hecho que aconteció en su vida” invitando a mujeres que han abortado a “recorrer la realidad”, pero “con una posibilidad nueva” basada en la fe cristiana.
Ofrecemos lo que tenemos, pero no vamos a buscar a nadie, ha añadido el sacerdote indicando que el Proyecto Raquel tendrá a disposición de las mujeres que hayan abortado un número de teléfono 618 532 998, un correo electrónico, e información en las parroquias de la provincia.
El Proyecto Raquel ayuda a mujeres que han abortado en 26 diócesis españolas
Para su formación en diez bloques siguieron, cada uno conforme a su personalidad, las líneas maestras dadas por la presidenta de la asociación SpeiMater, María José Mansilla, y su director espiritual, el padre Jesús Chavarría, impulsores de este “proyecto de ayuda y compañía a mujeres” que ya está en marcha en 26 diócesis españolas, entre ellas Valencia y Alcalá de Henares, además de algunas andaluzas como Sevilla, Málaga, Córdoba o Jaén.
En Granada lo llevarán adelante personas de distintas profesiones y comprometidas en sus parroquias en la provincia, ha explicado Antonio Luis Martín. La mujer atendida puede requerir el acompañamiento de un psicólogo, ha añadido el consiliario subrayando en que no entramos en qué razones o condiciones rodearon a las mujeres que han abortado.
El Proyecto Raquel es, según las palabras del arzobispo Francisco Javier Martínez en una carta sobre su puesta en marcha en Granada, una iniciativa eclesial católica, que nace y se desarrolla en Estados Unidos, y que ahora acogemos en la diócesis tratando de responder al drama que sufre de diversas formas la mujer, en las secuelas que se conocen como síndrome post-aborto.
Tanto en el aborto mismo como en esas secuelas inciden con frecuencia razones económicas, de inestabilidad laboral, y de falta de una comunidad de apoyo en su entorno, ha señalado Martínez en referencia a familiares o profesionales de la salud que también pueden encontrar asesoramiento en Proyecto Raquel.
Son, según el arzobispo de Granada, personas que con mucha frecuencia caminan solas con ese peso, para indicarles y facilitarles caminos de sanación y de reconciliación consigo mismas desde la comprensión y la misericordia.