Amado Padre Celestial, Vencedor y Todopoderoso; en tus manos encomiendo mi corazón, mi alma y mi vida. A ti sea la gloria por los siglos de los siglos; te imploro, escuches en este momento mi oración porque solo en ti confío.
Primeramente, oh Rey de gloria,
Espíritu Santo; sea para ti toda honra,
te alabo y glorifico tu santo nombre.
Porque eres bueno,
y para siempre es tu
amor y también tu bondad.
En esta hora, Dios mío,
me inclino delante de tu presencia
en señal de total humillación;
ciertamente reconozco
que sin ti nada soy.
Bendito seas mi Señor,
en ti reposa mi confianza;
por tanto, ruego a ti
pidiendo misericordia.
Dios mío, te ruego por todos los bebés
que aún no han visto
la luz del nacimiento.
Sé tu mi Dios, soplando vida
en sus pulmones;
asimismo, refuerzas sus miembros.
Ten piedad de esos seres,
inocentes de toda culpa y pecado;
porque aún no han tenido la posibilidad
de tomar decisiones.
Te ruego Dios mío,
que seas tú presente en su crecimiento;
además, te imploro que
limpies el cuerpo de su madre.
Manifiesta, Oh Dios, tu poder;
porque solo tu lo tienes, el dar vida
es tu voluntad; por esta razón te imploro
a ti mi Señor.
Dios mío,
mira esos padres preocupados
porque ven enfermedad en sus hijos;
ten misericordia de ellos,
solo tu poder puede hacer milagros.
Quita toda enfermedad,
del cuerpo de la madre
que pueda, como resultado,
afectar la vida del bebé o su cuerpo.
Mi Señor, remueve toda impureza;
toda malignidad sea quitada
del cuerpo del feto,
para que pueda nacer con
buena salud y fuerza.
Sé tu mi Dios,
dando el alimento necesario
en el cuerpo de la madre;
ya que, mientras está embarazada,
lo que come es de lo que
el bebé se alimenta.
Ten misericordia de aquellas que,
de manera prematura,
tienen contracciones y sienten miedo;
cuida la vida de ese bebé que puede nacer
antes de su tiempo establecido.
Seguidamente, oh Médico por excelencia;
fortalece los pulmones, el corazón,
el cerebro y demás órganos del bebé;
que pueda nacer sin complicaciones,
sin enfermedades o infecciones
Coloca en el corazón de la madre,
ese sentimiento de cuidado y protección.
Despeja de su mente la idea del aborto,
porque puede no creer
saber hacerse cargo;
te ruego despiertes su
sentido de madre.
A aquellas que no quieren
tener a su bebé,
y por consiguiente quieran abortar.
Te ruego, oh Padre Celestial,
que elimines esa idea del corazón,
y si aún no los quieren,
darlos en adopción.
Eres el Creador de todas las cosas;
tu voluntad permitió
que fuera concebido en el vientre;
por lo tanto, cuida esa pequeña vida,
ese bebé que se está formando.
Pese a cualquier diagnóstico,
solo tú posees la última palabra;
por lo tanto, te ruego sanes el cuerpo,
y cuides la vida de ese pequeño ser.
Que pueda nacer en su tiempo;
sin embargo, si debe ser antes,
toma el control de todo,
que se haga tu voluntad
en esas vidas.
Amén.




