Por Margarita García
El ángel acompaña a la madre al médico o de compras, pero sobre todo la escucha y le propone por primera vez la fe
Cuando Ana María se quedó embarazada todo su entorno le pidió que abortara. El niño venía con problemas y ella también los tenía. «Me quedé tan sola que entré desesperada en una iglesia, porque al día siguiente tenía la cita para abortar. Y qué “casualidad” que justo ese día el sacerdote hizo una bendición por las madres gestantes; entonces sentí que mi hijo, de apenas dos meses, se movía y que Dios me iba a ayudar».
Y así fue: Juan nació sano. Hoy Ana María dedica parte de su tiempo al acompañamiento de embarazadas. Es uno de los ángeles que Spei Mater pone a disposición de las madres en apuros que acuden a las parroquias buscando ayuda Pero, así como muchas mujeres deciden seguir adelante con la gestación, otras optan por el no. Entonces entra en juego otro de los pilares de la asociación: el Proyecto Raquel, cuyo objetivo es curar las secuelas de un aborto María José Mansilla es la presidenta y fundadora de Spei Mater, una asociación pública de fieles que trabaja provida a través del Proyecto Raquel Raquel: tras el aborto