FUENTE: RELIGION EN LIBERTAD
BLOG : CUESTION DE VIDA
AUTOR : MARIA JOSE MANSILLA
Oigo con frecuencia, equiparar en maldad el capitalismo y el comunismo y considerar ambos anticristianos ¿es esto cierto? ¿Son igualmente perversos? ¿los extremos se tocan?
Pienso que primero tenemos que definir qué entendemos vulgarmente por capitalismo y por comunismo, y diferenciarlos como doctrina económica y como filosofía de vida, o más bien cuál es el concepto de persona y la antropología que hay detrás.
En un orden estricto el comunismo como doctrina económica es ciertamente insostenible, solo crea pobreza y miseria, y esto se ha dado en todos los países que lo han aplicado y que ahora dieron marcha atrás (la extinta Unión Soviética y, en cierta manera, China) como los que actualmente se hallan en la miseria más absoluta (Venezuela y Cuba especialmente, porque de Corea del Norte sabemos aún menos que de estos países).
El capitalismo en orden estricto se vincula con la revolución industrial y con la acumulación de capital que fue necesaria para la creación de infraestructuras y grandes industrias y de triste recuerdo por las condiciones de miseria que en aquel momento vivía la clase obrera.
Pero claro, hoy en día las cosas son bien distintas.
En primer lugar el comunismo como doctrina económica ha dado lugar más bien por una parte al marxismo cultural (sustituir la lucha de clases por luchas de opresor-oprimido y destrucción de la civilización cristiana occidental desde sus raíces, es decir destrucción de la iglesia) y al totalitarismo del Estado que decide hasta cuantos hijos debes de tener.
El comunismo es perverso per se, es decir, intrínsecamente malvado y contrario a la fe, supone una visión del hombre y de la historia materialista, atea y esclavizadora.
En segundo lugar el capitalismo decimonónico como doctrina económica también ha cambiado con el transcurso de los años, es decir, se ha perfeccionado de tal manera que se evite de una parte los abusos a los trabajadores y de otra los oligopolios y otras distorsiones del mercado así como la especulación que ha dado lugar a grandes crisis y grandes miserias.
El capitalismo no es perverso per se si se entiende como economía de mercado, es decir, dejar que el individuo sea dueño de su destino, decide si quiere o no poner un negocio y que pueda comprar y vender libremente. No es perverso porque significa la autonomía del individuo y la subsidiariedad del Estado, y esto es doctrina cristiana.
Ahora bien, que no sea perverso per se no significa que no pueda pervertirse y la perversión de lo bueno es pésima “Corruptio optimi pessima”. La perversión actual del sistema capitalista es igual de terrible que el comunismo, aunque en realidad en ciertos aspectos se igualan. Y lo más terrible es cuando se ponen los intereses económicos por encima de la vida de las personas.
Pues ahora estamos en una perversión en la cual ambos sistemas económicos se unen y se unen para lo peor «la conjura contra la vida» ¿les parece conspiranoico? Bueno, no lo digo yo, lo dice San Juan Pablo II en la encíclica Evangelium Vitae.
¿En qué se diferencia, entonces, el perverso comunismo y el pervertido capitalismo? En nada, en que ambos buscan poder, porque a partir de cierta cantidad de dinero este deja de importar y entonces viene el ansia de poder, de un pecado capital se va a otro. De la codicia a la soberbia y este es el pecado del demonio y el pecado original “ sereis como dioses” y ellos también quieren ser Dios.
¿Cual es la agenda común de este nuevo comunismo y nuevo capitalismo (que no economía de mercado). Es difícil definirlo en dos palabras pero básicamente reduccion, control y sometimiento de la población (anticoncepción, aborto, eutanasia, promoción de la homosexualidad y de la promiscuidad y si, lo voy a decir, pandemias) ¿Conspiranoica? No lo digo yo, léanse el informe Kisinguer.
Pero hay otro objetivo, ¿porque destruir al hombre? porque a quien quieren destruir es a Cristo, esto es el sueño y el objetivo del maligno desde que dijo “no serviré”
¿Hay esperanza? Pues claro que si, Cristo ha vencido al mundo y sostendrá su Iglesia por mucho que zozobre, y sinceramente, mucho esta zozobrando. Muchos tiranos y malvados han intentado someter al orbe entero y acabar con la fe. Ninguno lo ha conseguido, estos malvados tampoco lo conseguirán. Eso si, cuidémonos mucho de estar del lado correcto y no dejarnos seducir por las campañas mediáticas de estos comerciantes de la muerte, aunque nos parezcan a priori justas y razonables, son solo la serpiente tentando a Eva.