Vida Humana Internacional : Padres, sois los educadores de vuestros hijos

 
 
 

Padre Shenan J. Boquet Presidente
Human Life International

Publicado originalmente en inglés el 14 de Marzo del 2022 en:

https://www.hli.org/2022/03/parents-you-are-the-first-educators/.

La práctica del pudor y de la modestia al hablar, obrar y vestir, es muy importante para crear un clima adecuado para la maduración de la castidad, y por eso han de estar hondamente arraigados en el respeto del propio cuerpo y de la dignidad de los demás. Como se ha indicado, los padres deben velar, para que ciertas modas y comportamientos inmorales no violen la integridad del hogar, particularmente a través de un uso desordenado de los medios de difusión Sexualidad humana: Verdad y significado, Pontificio Consejo para la Familia, 1995, Nro. 56. Sexualidad Humana: Verdad y Significado (1995) (vatican.va).

Los progresistas y los activistas LGBT están alborotados por un proyecto de ley que acaba de aprobarse en el Estado de la Florida, al que han denominado, de manera poco sincera, el proyecto de ley “no digas la palabra gay”.

El nombre real de este proyecto de ley es Los derechos de los padres en cuanto a la educación. Como sugiere el nombre, el proyecto de ley tiene como objetivo garantizar que los padres tengan todo el poder de decisión en relación con lo que se les enseña a sus hijos sobre la sexualidad en las edades más tempranas.

En resumen, el proyecto de ley establece que los niños desde el jardín infantil hasta el tercer grado no reciban información en el aula sobre temas como la “orientación sexual” o la “identidad de género”. El proyecto de ley también requiere que los padres estén informados sobre los cambios en los servicios relacionados con la salud física o psicológica de sus hijos.

Como dejó en claro el copatrocinador del proyecto de ley, el representante Joe Harding, esta última disposición ha sido diseñada para evitar el creciente número de casos en los que el personal escolar presenta o pregunta a los niños sobre temas como la “orientación sexual” o la “identidad de género”, y luego anima a los niños a mantener esas conversaciones a espaldas de sus padres.

Como escribí recientemente, ha habido casos en los que los padres solo se enteraron de que su hijo ahora se identifica como “transgénero” mucho después de que el personal de la escuela lo supiera, en algunos casos porque un miembro de ese personal había alentado insistentemente al niño a declararse como tal.

“Tenemos la opción de potenciar a los padres en la Florida o tenemos la opción de potenciar a los distritos escolares. Les pido que se pongan del lado de los padres en la Florida”, dijo el representante Harding.

Al principio del debate, los opositores al proyecto de ley utilizaron la estrategia de etiquetarlo como el proyecto de ley “no digas la palabra gay”, argumentando (falsamente) que el proyecto de ley prohibiría la palabra “gay” en el aula. Prácticamente todos los principales medios de comunicación del país difundieron de manera excesiva esta histérica propaganda.

En los últimos días, legisladores y activistas liberales se han involucrado en payasadas verdaderamente infantiles, como corear “¡Digamos gay! ¡Digamos gay!” durante las audiencias legislativas.

Afortunadamente, sus esfuerzos no han dado resultado. El 28 de febrero de 2022, el proyecto de ley fue aprobado por el Senado de la Florida en una votación de 22 a 17. Como el proyecto de ley ya había sido aprobado cómodamente por la Cámara estatal poco antes en una votación de 69 a 47, ahora se enviará al gobernador Ron DeSantis para su firma. Dado que el gobernador DeSantis ha señalado su apoyo a la legislación, su aprobación parece ser un hecho consumado.

Si hay alguna duda acerca de la imperiosa necesidad de la legislación que recientemente fue aprobada en el Estado de la Florida, dicha duda queda plenamente esclarecida por las noticias que recientemente han circulado sobre la creciente tendencia de los campamentos de “educación” sexual para niños.

Como informa la organización provida Live Action, un campamento en línea dirigido a adolescentes incluía “educación” explícita sobre la masturbación, la transexualidad, el aborto e incluso (aunque suene increíble) el tener relaciones sexuales mientras se usan drogas.

Estos son los títulos de algunas de las presentaciones de este campamento: “Relaciones sexuales conmigo mismo: placer propio”, “Educación sexual transexual sexy”, “Compartir información sobre el aborto que una misma se practica”, “Salud reproductiva: conceptos básicos”, “Relaciones sexuales bajo la influencia de las drogas”. “Las 3 P: Pipí, Popó y Placer” y “Opciones anticonceptivas”.

Quizás, como era de esperar, una de las personas que lideran el campamento, Tanya Turner, se llama a sí misma bruja. Su pasión parece ser animar a los niños, empezando por los más pequeños, a masturbarse. “La masturbación es realmente saludable y la recomiendo a personas de todas las edades”, dijo. “Todas las edades. Tan pronto como mis sobrinos pudieron hablar, lo hicieron”.

Entre la información brindada a los adolescentes durante el campamento se encontraba información de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre cómo realizar un auto-aborto adquiriendo fármacos abortivos por correo y administrándoselos en casa. Además del horrible hecho de que a los adolescentes se les enseña cómo matar a sus hijos por nacer, también es preocupante la falta de atención hacia la salud de las mismas adolescentes, dado todo lo que sabemos sobre los peligros y el trauma que implican los abortos médicos caseros.

Se suponía que otro campamento de “educación” sexual, el “Campamento de educación sexual de las vacaciones de primavera”, se llevaría a cabo del 14 al 17 de marzo de 2022 en las bibliotecas de la ciudad de Austin, Texas. Los organizadores de este campamento planearon pagar a los adolescentes $100 para que asistieran (¿por qué diablos, uno se pregunta, los adultos atraen a los adolescentes para que escuchen sobre la sexualidad con pagos en efectivo?). Ese campamento, sin embargo, ahora ha sido cancelado después de una decidida oposición.

Mientras tanto, la publicación Not the Bee [“La abeja no”, traducción libre] informa sobre otro campamento de verano de “educación” sexual en Indianápolis para niños de tercer a quinto grado. Los niños en esos grados tienen sólo de ocho a diez años. Después de mostrar perturbadoras imágenes en sus redes sociales, Not the Bee señala: “Esto está siendo presentado por una persona que piensa que los niños deberían aprender un vocabulario ‘no binario’, enseñarles cómo usar un condón e iniciarlos ‘de manera responsable’ al consumo de pornografía”.

Tal vez lo más extraño de los campamentos de “educación” sexual sea que aparentemente hay padres que piensan que es una buena idea usar las vacaciones de primavera o de verano para un campamento en el que adultos extraños hablen con sus hijos acerca de detalles explícitos sobre la sexualidad. ¿Qué pasó con los buenos campamentos del pasado, donde los niños aprendieron a remar en canoa, pescar, practicar deportes y, en general, disfrutar de sus amigos y su infancia?

Ya es suficientemente malo con que a estos niños se les robe la oportunidad de disfrutar del tipo de diversión inocente que todos tuvimos cuando éramos niños y, en cambio, se les arrastre al mundo oscuro y complicado de una ideología muy perturbada de la sexualidad adulta. Sin embargo, lo que es peor es que existe una preocupación muy real de que estos niños estén siendo utilizados para alimentar los deseos y fantasías sexuales de adultos perturbados.

Imagínese por un instante que la Iglesia Católica estuviera ofreciendo tales campamentos. Aparecería en los titulares nacionales con personas acusando a la Iglesia de ser “perversa”, “enfermiza” o “repugnante”. Muchos de los mismos activistas LGBT que dirigen estos campamentos, o los periodistas que los defienden, estarían retorciéndose las manos sobre cómo la Iglesia está “preparando” a los niños para el abuso sexual. ¿Por qué es diferente cuando otros

adultos que parecen tener una extraña fijación con la sexualidad pasan todo el día hablando con niños pequeños, con detalles explícitos, sobre la sexualidad? ¡Por supuesto que no lo es!

El grooming[= seducción] implica romper los límites sexuales normales y saludables de una persona para lograr que se involucre en comportamientos sexuales que causen placer al explotador. Los adultos que abusan sexualmente de los niños, por ejemplo, a menudo los inician primero en el consumo de pornografía. El objetivo es despertar la curiosidad de sus víctimas y convencerlas de que participar en comportamientos sexuales es perfectamente normal. Entonces el abuso comienza en serio. Simplemente no hay ninguna razón concebible por la que los niños y adolescentes necesiten saber todos los detalles acerca de cómo tener relaciones sexuales mientras usan drogas, cómo realizar prácticas transgéneras extrañas y todos los entresijos de la anticoncepción, el aborto y la pornografía. Sin embargo, hay adultos que sienten un impulso muy fuerte y perverso de seducir a niños para que éstos caigan en la tentación de cometer actos sexuales extraños e inmorales. Eso debería activar todas las campanas de alarma en la cabeza de cualquier padre y madre que amen de verdad a sus hijos, así como en cualquier adulto de buena voluntad con una brújula moral.

Desafortunadamente, los padres que se esfuerzan por criar a sus hijos para que tengan una comprensión saludable de la sexualidad enfrentan enormes desafíos en la cultura actual.

Como señaló el Pontificio Consejo para la Familia en la Introducción de su documento Sexualidad humana: Verdad y significado, solía ocurrir que “la cultura general estaba impregnada de respeto hacia los valores fundamentales y, por lo tanto, servía para protegerlos y mantenerlos” (Nro. 1). Incluso si la familia no proporcionaba a sus hijos información moralmente lícita y adecuada a su

edad sobre la sexualidad humana, en muchos casos los niños absorbían naturalmente ideas positivas y saludables sobre la familia y la sexualidad. Ideas, por ejemplo, de que las relaciones sexuales deben mantenerse siempre dentro del matrimonio, o que los niños son un don de Dios, simplemente eran consideradas aceptables y correctas.

Ahora, sin embargo, todo es diferente. No solo las películas, la música y las redes sociales dirigidas a los niños a menudo están llenas de insinuaciones sexuales sutiles o no tan sutiles en contra del matrimonio y la familia, sino que también hay activistas que han aprendido que pueden quedar impunes prácticamente de hasta un asesinato siempre y cuando afirmen estar involucrados en proporcionar “educación sexual”. No hay absolutamente ninguna excusa, como padres, para permitir que estas personas se acerquen ni a cien millas de sus hijos.

Sin embargo, es un grave error simplemente el subcontratar a terceros para que den información a los hijos acerca de la sexualidad, incluso si ese tercero es el maestro católico más fiel del mundo. La educación, incluida la educación sexual, o mejor dicho aún, la formación en la castidad comienza en el hogar.

Como lamenta el Vaticano en Sexualidad humana: Verdad y significado, “en muchos casos los padres han renunciado a su deber en este campo o han aceptado delegarlo en otros por la dificultad y la propia falta de preparación” (Nro. 1). No importa qué tan bien puedan controlar el flujo de medios en su casa, vivimos en una época en la que los hijos sin ni siquiera buscarlas, de una forma u otra, encontrarán ideas o contenidos que habrían sorprendido a nuestros padres y abuelos. En lugar de esperar a que eso suceda, comience a entablar conversaciones abiertas, decorosas y apropiadas sobre la sexualidad y la castidad con sus hijos según la edad y el desarrollo personal de cada uno. Además de ello, vigile lo que sus hijos ven en la televisión o la Internet.

Los padres deben brindarles a sus hijos las herramientas que necesitan para detectar materiales problemáticos, y la confianza para acercarse a ellos, sus padres, con las preguntas e inquietudes que tengan.

“La Iglesia siempre ha afirmado que los padres tienen el deber y el derecho de ser los primeros y principales educadores de sus hijos”, señalan los autores de Sexualidad humana: Verdad y significado y esto porque “habiendo dado y acogido la vida en una atmósfera de amor, los padres son ricos en un potencial educativo que nadie más posee” (Nro. 5).

Y luego agregan: “El método normal y fundamental de la educación sexual es el diálogo personal entre padres e hijos, es decir, la formación individual dentro del círculo familiar. De hecho, no hay

sustituto para un diálogo de confianza y apertura entre padres e hijos, un diálogo que respete no solo sus etapas de desarrollo sino también a los jóvenes como individuos” (Nro. 129).

Es alentador ver que los legisladores del Estado de la Florida hayan tomado medidas proactivas para proteger los derechos de los padres y defender a nuestros hijos de los ideólogos que les robarían la inocencia. Oremos para que otros estados sigan su ejemplo.