Spei Mater grita: ¡Ábrete a la misericordia y a la vida

Ayer volví a la diócesis de Alcalá de Henares. Concretamente estuve en la parroquia de la Santa Cruz de Coslada. Spei Mater, la asociación pública de fieles al servicio del Evangelio de la vida que el pasado 19 de octubre fue presentada oficialmente por Monseñor Reig Pla en el palacio episcopal (lee la crónica del evento en esta misma página), comenzaba a trabajar. Unas treinta personas nos reunimos en una de las salas de la parroquia para participar en el primer encuentro del proyecto Effetá, ábrete. Sabíamos que el encuentro tendría cuatro actividades sucesivas: Shemá-Formación, Retazos de vida, Taller de ideas y Hallel-Oración.

Abrió el encuentro el párroco D. Miguel Ángel con palabras de bienvenida y votos de compromiso con Spei Mater para servir al Evangelio de la vida. A continuación comenzó nuestra formación. María José Mansilla, presidenta de la asociación, nos recordó que Spei Mater es una asociación pública de fieles, cuyos estatutos han sido aprobados por el obispo de Alcalá. No es una ONG ni un grupo de católicos, sino una obra de la Iglesia, de modo que donde Spei Mater trabaja está trabajando la Iglesia misma. La asociación lleva adelante tres proyectos. El proyecto Raquel, que sirve a las mujeres que han sufrido un aborto provocado. El proyecto Ángel, que trata de acompañar el drama de un embarazo no deseado. El proyecto Effetá, con el que se quiere sensibilizar a las parroquias del valor de la vida, de la importancia de la oración para oponerse eficazmente a la anticultura de la muerte y de la necesidad de que las parroquias sean comunidades de fraterna acogida para quienes han caminado por el abismo y se vuelven al Señor de la misericordia para vivir una vida nueva.

María José insistió en la importancia de la formación para quienes se sienten llamados a servir con especial dedicación al Evangelio de la vida. Hemos de abrir los ojos al genocidio con el sufrimiento que provoca y se han de reconocer las mentiras con las que la anticultura de la muerte se infiltra en nuestras mentes y nuestros corazones. Por ejemplo, los medios de comunicación social asocian el aborto y la eutanasia al progreso, la libertad y la compasión, obviando los sufrimientos físicos, psicológicos y espirituales que esas prácticas generan. Se han de conocer los datos, suficientemente contrastados, que nos aportan las ciencias, tales como la biología, la psicología y la estadística. Hay que conocer la verdad del ser humano que nos revela la Escritura y la Tradición: un ser precario llamado a una felicidad a la que solo puede acceder acogiendo el amor misericordioso de Dios manifestado en la muerte y resurrección de Jesús. María José concluyó su intervención enumerando los diversos módulos que estudiaremos en los próximos encuentros como Educación sexual hedonista y el auténtico sentido de la castidad o Cómo construir la cultura de la vida.

Pepe Pedregosa, experto en Comunicación y Mass Media, nos proyectó unos minutos de la película dirigida por Benito Zambrano ‘Solas’. Antes de la visualización, Pepe nos pidió que nos dejáramos envolver por las imágenes y los diálogos. Lo importante era dejarse impresionar y sentir, sin racionalizaciones precipitadas. Después ya indagaríamos los motivos de esos sentimientos. Vimos una mujer embarazada que se debatía entre abortar o seguir adelante con su embarazo. Habla con un pintoresco vecino. El corte termina en un cementerio, donde ella levanta a su niño recién nacido a la vista de su vecino. Hubo quien percibió en esa mujer unos sentimientos encontrados: esperanza, ilusión, temor. Se afirmó que esa confrontación de sentimientos los sufre cualquier mujer embarazada. Destacaron el diálogo entre la mujer y el vecino. Él está dispuesto a aceptar su decisión y a ayudarla en lo que pueda. Pero ella le dice que lo que verdaderamente quiere es que su vida pueda cambiar. Hubo quien interpretó que ella no quería más que se la escuchase y oír que la vida merece la pena a pesar de las dificultades. El cambio que la mujer desea va más allá de lo que puede ofrecer un grupo pro vida convencional, que solo puede acercarse a los aspectos físicos, psíquicos y sociales del drama. La persona tiene una dimensión espiritual que no se puede obviar y que solo sana el Dios Misericordia.

Paloma, vicepresidenta de Spei Mater, nos explicó los pasos necesarios para despertar en nuestras parroquias el deseo de comprometerse con la cultura de la vida. En primer lugar no se podía olvidar que nuestra tarea era obra de la Iglesia, por lo tanto habría que hablar con el párroco, responsable de la programación y de la acción pastoral en su parroquia. El párroco debe ser el primero en reconocer las amenazas que la vida sufre hoy y comprender que el trabajo en favor de la vida forma parte de sus responsabilidades pastorales. Solo así se implicará de un modo activo y animará a sus parroquianos a comprometerse con el Evangelio de la vida. Es imprescindible conocer bien nuestra parroquia para poder planificar correctamente nuestro trabajo. No es lo mismo que nuestra parroquia esté integrada por familias jóvenes o la mayoría de los parroquianos sean jubilados. Es posible que la oración en favor de la vida esté extendida entre los feligreses y hasta que haya algún grupo que esté ayudando a su manera a ciertas personas a superar sus particulares dramas. Habrá que planificar actividades concretas, pocas, pero que se lleven a cabo con seriedad y constancia. Puede ser suficiente introducir en la oración de los fieles de las misas alguna súplica al Señor de la vida, lo que será un comienzo de sensibilización. Finalmente, se tendrá que evaluar si los objetivos que nos propusimos se han cumplido, a fin de corregir lo necesario y de insistir en lo que haya sido satisfactorio.

La última actividad del programa era ‘Hallel-Oración’. Solo se puede ser misionero del Evangelio de la vida desde la alabanza y la adoración, la súplica y la conversión continua. Presidían la capilla sendos iconos, uno del Señor y otro de la Virgen de la ternura. D. Miguel Ángel presidió una vigilia de oración que había sido preparada por los hermanos de la parroquia de Sta. María de Alcalá. Arrodillados a los pies del Pan de Vida, oramos: …que todos los hombres, llamados a la vida temporal y eterna, por la fuerza del Espíritu, puedan confesarte Señor para gloria del Padre.  Cantamos al ritmo que marcaban las guitarras y escuchamos la Palabra: Escoge la vida, para que vivas, tu y tu descendencia, amando a Yahvé, tu Dios…, Dt 30, 9-19. Una cita de la Madre Teresa de Calcuta nos interpeló: ¿Nos damos cuenta de que nuestro, hijo, nuestro marido, nuestra esposa, nuestro padre, nuestra madre, nuestra hermana o hermano tienen necesidad del calor de nuestra mano? Levantamos nuestras súplicas por los profesionales de la sanidad; por las mujeres felizmente embarazadas, las que han abortado y las que han pensado en abortar; por los ancianos y los muy enfermos; por los niños que crecen en el vientre de sus madres; por todos los cristianos para que seamos firmes en la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Recibimos la bendición con el Santísimo, se nos entregó un rosario bendecido, cantamos a la Madre Buena y salimos de la parroquia de la Santa Cruz de Coslada con una misión: Llevad a todos el Evangelio de la Vida y de la Misericordia.

Rafa Chavarría